¿FINAL FELIZ? POR MARIO ALBERTO MORALES GONZÁLEZ

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿FINAL FELIZ?

Es mejor la derrota con honor que
obtener la victoria con engaños”
Star Wars.

En el presente trabajo se tratara de comparar los finales de dos grandísimos cuentistas: Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm (Jacob Grimm y Wilhelm Grimm), para lograr esta comparación se tomaran en cuenta un cuento de cada uno; “La pequeña cerillera” de Andersen y “El pájaro de oro” de los hermanos Grimm.
Todos los cuentos de los hermanos Grimm tienen una característica en común: terminan bien, al contrario con lo que pasa con los de Andersen, pero según como se tomen esos finales que tal vez sean hasta más felices que los de los Grimm. Cuentos que eran escritos para niños pero que también disfrutaban los mayores, y los hermanos Grimm los reescriben con ese propósito esencial, ya que los adultos lo que buscan al contar los cuentos es mostrarles el mundo que tiene sin número de peligros, pero sobre todo tranquilizarles, llevar a ese mundo siempre extremado, que es el mundo de la infancia, un poco de serenidad, mesura o un lugar de sosiego, de cobijo, al amparo de la desgracia. En cambio Andersen nos da una mirada realista de lo que se puede vivir, ya sea engañado como en “El traje nuevo del emperador” o una enseñanza que no hay que juzgar a los demás por su apariencia como en “La princesa y el guisante”, bueno pero tomaremos nada mas el cuento de “La pequeña cerillera” pero empezaremos con los hermanos Grimm con “El pájaro de oro”.
En el “Pájaro de oro” de los Grimm a pesar de todos los problemas en que se mete el joven príncipe por no hacerle caso a un zorro que no mato, ya que al ir por el pájaro de oro lo tiene que meter en la jaula de madera y no en la de oro a lo cual no hace caso de esto y lo toman preso, para salvar su vida tiene que ir por el caballo de oro que junto a él hay dos monturas y el fiel zorro le dice que debe desdeñar la de oro. Pero el joven vuelve a desobedecer las palabras y se ve obligado a participar en una tercera prueba, tendrá que rescatar a la princesa de oro, vuelve a desoír su consejo de que espere a que la princesa se encuentre sola, tendrá que darle un beso con lo que quedara en su poder, que es el poder del amor. Pero debe impedir que se despida de sus padres sino ninguno podrá salir del palacio.
 A pesar de que sale con vida de todos estos contratiempos al ir al reino al que pertenece con el pájaro, el caballo y la princesa de oro, sus hermanos le juegan una treta más y lo echan a un pozo donde piensan que ha muerto, van con el rey y cuentan una verdad deformada de lo que ha sucedido, él entristece pero acepta lo que le llevan aunque se lo hurtaron al príncipe menor supuestamente muerto. Pero el zorro que lo ha ayudado tanto acude a su rescate, lo salva de su cautiverio y el príncipe se dirige ante su padre para contar lo sucedido; al llegar y contar todo (antes de eso el caballo no corría ni el pájaro cantaba y la princesa se la pasaba llorando amargamente pero al verle entrar al hijo menor del rey todo cambio, el pájaro canto el caballo relinchó y corrió, la princesa corrió a su encuentro), el rey furioso por la atrocidad de sus dos hijos los condeno a muerte.
La princesa se caso con el príncipe y fueron muy felices entonces el zorro pidió un único favor que le cortaran la cabeza, con mucha tristeza el hijo menor del rey accedió e hizo lo que le pidió y se rompió un hechizo y resulto que era el hermano de la princesa de oro y entonces todos vivieron felices.
Este es un clásico final en donde viven felices para siempre, que realmente es hermoso ya que lo disfrutan grandes y chicos, esto hace que la gran mayoría de las personas quieran un final así de bonito en su vida, y que guardan una esperanza que los hará triunfar en este mundo cruel de vida tan disoluta, en cambio en el cuento de “La pequeña cerillera” de Hans Christian Andersen podría decirse que no tiene un final feliz ya que la pequeña en Nochevieja en la cual no ha vendido ninguna cerilla, cruza una calle y por no ser arrollada se le sale un zapato que es mucho mayor al tamaño de sus piececillos y no logra recuperarlo y el otro se lo quita un niño ya que lo quiere para cuando nazca su hijo tener donde dormirlo así que se queda descalza; con sus pies morados, entumidos y titilantes por el frio se va a sentar en un rincón que había entre dos casas, teniendo cada vez mas frio; con el miedo de ir a casa ya que no había vendido ninguna cerilla temiendo que su padre le pegara por eso, estando su cuerpo espasmódico por el frio decidió prender un cerillo para calentarse, richch lo encendió. Calentó sus manos e imaginando mientras entraba en calor que veía una estufa de hierro, cuando quiso estirar las piernas para calentarlas se apagó la flama ardiente, después prendió otra, esta vez el grueso muro se trasparento y vio una habitación con la mesa puesta que emanaba un olor exquisito a ganso relleno que de pronto empezó a patojear y cuando se acerco a la pobre niña se apagó de nuevo la cerilla, cogió otra y se encontró debajo de un árbol de navidad con adornos geniales y hermosos, miles de velas encendidas sobre las ramas de aquel espectacular árbol la pequeña alzo los brazos… la cerilla se apagó. Frotó otra y en la llama apareció su abuela a la que quería demasiado y pensó que cuando se agotara la luz de la cerilla desaparecería como todo lo demás entonces prendió todas las cerillas para poder conservar a su anciana, le pidió que la llevara con ella.
Entonces la abuela la tomo en sus brazos echando a volar las dos llenas de resplandor mientras se elevaban más arriba desaparecía el frio, el hambre y el miedo. En la mañana la pequeña apareció en el rincón con su manojo de cerillas carbonizadas, con una sonrisa en sus labios y muerta. Las personas que la encontraron decían –pobrecilla quería calentarse-, pero no sabían las cosas hermosas que había visto y que se fue volando con su abuela en la felicidad del año nuevo.
Todo aquel que lee este estupendo cuento pensara que este final no lo es como el de los hermanos Grimm; es triste, sombrío y un poco sádico, ya que todos esperan una conclusión hermosa, en este relato la niña muere pero también podría decirse que es un final feliz ya que al irse con su abuela ella olvido o dejo de sentir el sufrimiento del mundo lleno de amarguras. “La pequeña cerillera” ahora no siente hambre ni dolor ni frio al fin es feliz porque ha escapado del sufrimiento mundano ya que era una niña pobre que no tenía por así decirlo un festejo con ostentosos platillos ni adornos de navidad para disfrutar la Nochevieja. En lo personal me gusta más este tipo de finales ya que son exclusivos de la realidad en que vivimos ya que nunca nos pasara como en el cuento de “El pájaro de oro”, que todo lo resuelve por así decirlo el zorro, claro existen personas que nos darán consejos acerca de lo que tenemos que hacer pero no nos ayudaran demasiado ya que se terminaran cansando de nuestra desobediencia.
En cambio cuantos humanos esperan la muerte para acabar con sus penares, que tienen una enfermedad terminal dolorosa y que sólo la muerte podrá aliviarles su agonía. Todos quieren escuchar un “Final feliz” agradable al oído, un final mágico, sublime, en donde siempre triunfe el bueno y que sucumba al malvado antagonista, pero en verdad digo que esos finales son extremadamente escasos hoy en día pero eso no quiere decir que se deje de contarlos, los niños también necesitan una desembocadura de la realidad espantosa en la que viven.
Aunque también hay gente que teniendo demasiado oro son felices, ya que piensan ellos que eso es la vida entera y solo tienen un amor pero es una princesa de oro, o podría ser que luchando y venciendo los obstáculos que la vida nos da o que nosotros mismos nos provocamos podremos tener ese trofeo de oro que tal vez nunca lo hemos soñado o deseado pero que por añadidura se da.
No solo le podemos dar el valor al oro como algo material sino también como el premio del esfuerzo que hace el príncipe menor por lograr su hazaña, todo en esta vida nos exige un esfuerzo supremo ya que solo así podremos llegar al triunfo y tendremos nuestro caballo, pájaro y princesa de oro. Sea el final del cuento que sea, Grimm o Andersen, todos nos darán una visión de la realidad de las cosas cotidianas que nos pasan o les pasa a los demás, ya sea un niño de la calle que busca un alivio a sus desgracias y que solo la muerte se lo de… o puede ser un joven entusiasta que a pesar de que sus propios hermanos lo intentan matar siempre habrá un zorro que lo ayude y será el zorro de su fe en que él puede lograr lo que se proponga con ayuda de los consejos de su conciencia.
Estos grandes escritores (Andersen y hermanos Grimm) no nada más sus cuentos son para niños sino también para todo el público en general ya que dejan una enseñanza o moraleja aunque no se tomen como fábulas. Final tomado como feliz o trágico siempre nos darán una lección de vida que nos ayudara a llevar una vida más consciente y duradera. Ya depende de nuestras acciones y decisiones como personas en este mar de incertidumbre como será el final del cuento de nuestra vida, si será que obtengamos el pájaro, el caballo y nuestra doncella de oro o esperaremos la muerte mientras encendemos nuestras últimas cerillas de nuestra alma esperando ver nuestros sueños que fueron en esta vida inalcanzables y que solo uno lograremos hacer realidad, ir con aquella abuela que nos espera con los brazos abiertos y nos lleva al cielo en los brazos del alivio a nuestros dolores.

BIBLIOGRAFÍA.
Andersen, Hans Christian, Cuentos de Andersen/Hans Christian Andersen; ilus. Javier Serrano et al.;trad. Enrique Bernárdez.- México : SEP : Aaya,2002.
Grimm, Jacob, Cuentos de Grimm/Jacob Grimm; ilus. Javier Serrano et al.; trad. María Antonia Seijo Castroviejo – México : SEP : Anaya, 2002.

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